Escalofriante fotografía ganadora del Premio Pulitzer de 1994. Al parecer se trataba de un niño sudanés llamado Kong Nyong que estaba defecando cerca de un campamento de refugiados. En contra de la creencia popular (según la cual muchos tacharon al fotógrafo Kevin Carter de desalmado por no socorrer a la criatura), el niño sobrevivió hasta convertirse en adulto, falleciendo el año 2008 debido a la fiebre. Sea como fuere, meses más tarde Kevin Carter padeció una depresión lo llevó al suicidio.
Kim Phuc, la niña que aparece en la fotografía con el cuerpo desnudo y quemado a causa de un bombardeo de Napalm, fue rescatada por el mismo fotógrafo que la inmortalizó. Se recuperó de sus heridas, estudió medicina y actualmente es embajadora de buena voluntad de la UNESCO y fundadora de una organización humanitaria que lleva su nombre.
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